Hola a todas y
todos,
Vale, pues ya estamos en la vorágine del verano a saco Paco. Corriendo de un lugar a otro. Que si ahora se madura no sé qué variedad de fruta, que si ahora toca regar no se qué árboles, mira tú que gracia, ahora se estropea un programador y tenemos que regar la verdura a mano. Eh, no nos olvidemos de coger los calabacines cada dos días. Las tomateras, que hay que podarlas, que si no perderán fuerza y no harán suficientes tomates. También tenemos que vigilar con las plagas, que con el calor pueden dispararse de un día para otro. Además la hierba.
Que le vamos a hacer, todos los veranos son iguales. Además, este verano está resultando especialmente húmedo y nos tiene mirando al cielo en todo momento para tratar de averiguar si aquella nube de allí lleva piedra o inofensiva agua. Total que mirando al cielo nos cogió el Rajoy, cuando anunció las nuevas medidas, y ahora tenemos una tortícolis que no podemos ni movernos. Cuando ya parecía que nada nos podía asustar va el tío y patapum la vuelve a liar.
Tenemos una amiga bibliotecaria que explica que el problema de los gobernantes es que no les han leído cuentos, y así nos va. Si a esta panda les hubieran explicado algún cuento de pequeñas sabrían que la única manera de acabar con un dragón es matándolo. Dejad que nos expliquemos:
¿Qué pasa, en los cuentos, cuando llega un dragón a una aldea? (En este caso el dragón sería el sistema económico y financiero que tenemos) Que empieza a pedir doncellas para dejar tranquilos a los aldeanos. Así pues, el rey, decide que para salvar las cosechas y para tranquilidad de la gente hay que darle al dragón una doncella. Esto le tranquiliza un periodo de tiempo, pero pronto pide otra doncella y otra y otra y así se muestra el dragón, insaciable, de tal manera, que al final no hay más remedio que entre todos los aldeanos matar al dragón.
Pues esta pensamos que es la situación a la que estamos llegando, por más que las doncellas que come este dragón no sean tan bonitas como las de los cuentos (que si la doncella iva, que si una paga extra, que si los medicamentos, que si no se qué subvenciones, que si la educación ...) lo cierto es que nunca tiene suficiente, y hoy ya tenemos la bolsa que cae, la prima que se volverá a disparar y así sucesivamente hasta que paremos de gritar y nos decidimos a matar al dragón, o lo que es lo mismo acabar con un sistema injusto e insaciable que nos lo hará perder todo.
Recordad que para que esto funcione la información debe tener dos vías.
Saludos y hasta la próxima semana.
Vale, pues ya estamos en la vorágine del verano a saco Paco. Corriendo de un lugar a otro. Que si ahora se madura no sé qué variedad de fruta, que si ahora toca regar no se qué árboles, mira tú que gracia, ahora se estropea un programador y tenemos que regar la verdura a mano. Eh, no nos olvidemos de coger los calabacines cada dos días. Las tomateras, que hay que podarlas, que si no perderán fuerza y no harán suficientes tomates. También tenemos que vigilar con las plagas, que con el calor pueden dispararse de un día para otro. Además la hierba.
Que le vamos a hacer, todos los veranos son iguales. Además, este verano está resultando especialmente húmedo y nos tiene mirando al cielo en todo momento para tratar de averiguar si aquella nube de allí lleva piedra o inofensiva agua. Total que mirando al cielo nos cogió el Rajoy, cuando anunció las nuevas medidas, y ahora tenemos una tortícolis que no podemos ni movernos. Cuando ya parecía que nada nos podía asustar va el tío y patapum la vuelve a liar.
Tenemos una amiga bibliotecaria que explica que el problema de los gobernantes es que no les han leído cuentos, y así nos va. Si a esta panda les hubieran explicado algún cuento de pequeñas sabrían que la única manera de acabar con un dragón es matándolo. Dejad que nos expliquemos:
¿Qué pasa, en los cuentos, cuando llega un dragón a una aldea? (En este caso el dragón sería el sistema económico y financiero que tenemos) Que empieza a pedir doncellas para dejar tranquilos a los aldeanos. Así pues, el rey, decide que para salvar las cosechas y para tranquilidad de la gente hay que darle al dragón una doncella. Esto le tranquiliza un periodo de tiempo, pero pronto pide otra doncella y otra y otra y así se muestra el dragón, insaciable, de tal manera, que al final no hay más remedio que entre todos los aldeanos matar al dragón.
Pues esta pensamos que es la situación a la que estamos llegando, por más que las doncellas que come este dragón no sean tan bonitas como las de los cuentos (que si la doncella iva, que si una paga extra, que si los medicamentos, que si no se qué subvenciones, que si la educación ...) lo cierto es que nunca tiene suficiente, y hoy ya tenemos la bolsa que cae, la prima que se volverá a disparar y así sucesivamente hasta que paremos de gritar y nos decidimos a matar al dragón, o lo que es lo mismo acabar con un sistema injusto e insaciable que nos lo hará perder todo.
Recordad que para que esto funcione la información debe tener dos vías.
Saludos y hasta la próxima semana.
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