Hola chic@s, esta semana os traemos una receta que nos gusta mucho, la podemos usar como aperitivo y es muy rápida y fácil de preparar.
Además es la época de este producto tan aragonés. Donde lo disfrutamos de una manera intensa,
quizá mezcla de la espera anual, su suave sabor y su momento efímero.
En unos tiempos donde tenemos a nuestra disposición cualquier producto y artículo, donde podemos comer tomates todo el año y desconocer cual es su temporada natural, donde la máxima del consumo es "culo veo culo quiero", podemos decir que el bisalto es un símbolo de paciencia y saber esperar.
Por eso, parafraseando a Rick enla película Casablanca, "siempre nos quedará París", aquí podríamos decir, "siempre nos quedará el bisalto" ;) para recordar que todo tiene su momento en la vida y que hay que saber disfrutarla cuando llega.
Para los que no conozcan el bisalto ahí va una pequeña información.
Cuando hablamos del bisalto nos estamos refiriendo a una variedad de guisante que tiene la vaina muy tierna y sabrosa y se come cocido, cuando todavía no han desarrollado los granos del todo, metiéndolo en la boca y tirando del rabillo tras el cual salen los hilos de los saturas. Se cree que el nombre de bisalto procede del mozárabe “bissáut” y en España se suelen denominar tirabeques. En Aragón también se les llama “miracielos”. leido en internet.
Y ahora la receta:
Ingredientes: bisaltos, sal gorda y aceite virgen de oliva.
Se pone en una cazuela un poco de agua a hervir, cuando hierva se añaden los bisaltos, se tienen unos ocho minutos, (tienen que quedar al dente).
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